Broadway, Galicia ya entra en escena
19.09.2010 La coruñesa Rebeca Ponte llega a Nueva York con ‘La Diva’ de mano de Ana Asensio Sen
F.FRANJO
Entre las luces y sombras del Gene Frankel Theatre, un pequeño e íntimo teatro, casi alternativo, durante cuatro veladas se desarrolló La Diva, una obra ambientada en los cuarenta, que narra la historia de Rosita Torrent, una actriz que vive un momento crucial en su carrera, afectada por su desinterés y falta de pasión.
Desesperada por encontrar solución a su desoladora situación, asalta a una cabaretera en su propio camerino para ocupar su lugar y protagonizar así un intimista monólogo que reflexiona sobre el arte de la interpretación.
Llegas a Broadway subes a un escenario y obtienes este éxito pero ¿Cuál es tu balance de ‘La Diva’?
En el estreno hubo un lleno total. Es un teatro muy íntimo es un lujo el hecho de que el espectador llega a formar parte de la pieza, es muy cercano. Yo destacaría, sobre todo, que más de un 70% del público era angloparlante y ver como entendía, disfrutaba y aplaudía el texto traducido es importante. Eso significa que nuestra cultura es exportable y que cuando una pieza es buena puede llegar. El público newyorkino es exigente, el hecho de que el estreno gustase tanto es muy emocionante.
¿Defíneme tu papel?
Siento que tengo mucha responsabilidad porque cuando cuando se apagan las luces, el pianista George François y yo abrimos interpretando la canción Mon homme, que ella solía cantar en los años 30 en el Casino de París y saber que eres lo primero que va a ver el público en escena ejerce presión. Pero me gusta porque no es un ejercicio de voz, es una historia de actuación, de interacción con el público.
¿Por qué ‘La Diva’ es una obra especial?
Esta obra me parece tan especial, en primer lugar por el increíble dramaturgo que la ha escrito, un peso pesado de nuestra literatura, un premio nacional, Jerónimo López Mozo. Y formar parte de ella es como un privilegio ya por este motivo pero además, el texto es muy reflexivo, desde el punto de vista de una diva. Me parece especial además por el contraste entre un registro muy dramático del personaje que llega a despertar un sentimiento de compasión por su patetismo, a la vez la obra da un vuelco y todo se transforma en un cabaret.
No hace mucho que Rebeca Ponte saca un disco y triunfa con ‘Cardigan Bridge’. Ahora cambia de registro, sube al escenario y ¿En qué medida esto es un punto de inflexión?
Ha sido muy importante para mí cambiar de registro, ya que soy una artista multidisciplinar y así es como me gusta disfrutar del arte en general, no cerrándome a una disciplina. Para algunos de mis proyectos pinto, hago fotografía y en otros monto exposiciones con el trabajo de otras artistas a los que admito y quiero. es el modo que tengo de entender el arte. Si quisiese hacer las cosas de otro modo, centrándome en una sóla disciplina, jamás podría ser feliz, no me llenaría completamente. Este es mi modo de expresar mi creatividad. Considero que el cerebro tiene múltiples posibilidades, sólo hay que dejar que salgan y trabajar en ellas, sólo hay que proponérselo, esforzarse y trabajar.
¿Qué es lo que más te ha sorprendido de ‘La Diva’ y de lo que la ha rodeado?
En un proyecto como este destacaría la labor de equipo. Hemos aprendido mucho unos de otros, ya que provenimos de disciplinas muy diferentes y países muy distintos. Ana y yo españolas, George, el pianista, de Ghana; Ellie y Carlie, que son neoyorkinas, Jeane que es de Colombia, Viniem, de Etiopía; Brandam, de Washington o Miguel, que es argentino fue muy enriquecedor. Aunque la gran sorpresa fue que el fotógrafo oficial fue el gran Miguel Rajmil, fue todo un honor.
Hablabas hace un momento de Ana Asensio. Supongo que será muy especial para tí
Le estoy enormemente agradecida a Ana por haberme dado esta oportunidad para llegar aquí, para compartir este proyecto con todos ellos. Hace un trabajo maravilloso y fue un auténtico honor trabajar con una actriz de su categoría, ya no sólo a nivel profesional sino por su calidad humana, que la hace todavía más grande. Es una gran trabajadora en equipo con la que uno aprende mucho y es de un gran valor lo que ha hecho, dirigir, producir y actuar, llevar a cabo la pieza ella sola íntegramente y económicamente es algo duro y difícil y mucho más en Nueva York y por eso yo creo que el Consulado valoró su trabajo y le brindó su apoyo. Se lo merece.
Entiendo que ‘La Diva habrá abierto puertas para otras aventuras americanas
Me está abriendo oportunidades que nunca hubiese podido imaginar. Me ha salido un concierto de Cardigan Bridge en abril, una posible colaboración en la música de una película y también con George François, el pianista, en festivales de música negra, así como en algún festival de danza y teatro alternativo en Nueva York, algo muy diferente a la música que yo compongo habitualmente. Quizás tenga la oportunidad de traer aquí también el proyecto En femenino, y la performance con el mismo título con la exposición de las obras plásticas y las proyecciones que fueron premiadas en Cataluña.